miércoles, 19 de octubre de 2011

SOSTENIBILIDAD = LÍMITE

Reflexiones


En esta primera sesión hemos tratado de reflexionar sobre el momento en el que vivimos y, en especial, sobre el modo en el que hacemos las cosas.


La canica azul, 1972


En 1972 se tomó la primera imagen de La Tierra iluminada desde el Apolo XVII, imagen que se tituló La canica azul, puesto que los astronautas veían nuestro planeta desde la nave como una canica gigante y brillante. 

Ya desde el siglo XVIII se hacían reflexiones catastrofistas sobre el crecimiento de la humanidad y el agotamiento de los recursos naturales, como es la teoría de Thomas Robert Malthus (1766-1834), economista y demógrafo, que intuía un punto crítico cuando el crecimiento exponencial de la población superara el crecimiento lineal del consumo de recursos; o bien la teoría de Adam Smith (1723-1790), titulada La riqueza de las naciones, que hablaba de los límites de la economía. Podemos mencionar también al conocido Carles Robert Darwin (1809-1882), que hablaba de la mejora de la especie ante la falta de recursos mediante ciclos repetitivos tales como: crecimiento de las especies - agotamiento de recursos - supervivencia de los más fuertes - existencia de recursos suficientes - crecimiento de las especies - ... y así sucesivamente. 

En plena Revolución industrial, cuando la principal fuente de energía era el carbón se extendió este miedo a que llegáramos a los límites de recursos naturales existentes en nuestro planeta, situación que se ha repetido un siglo después con las distintas crisis del petróleo. La primera de ellas sucedió tras la publicación, en 1972,  del informe de El Club de Roma, formado por científicos, economistas y políticos, titulado Los límites del crecimiento. Elaboraron un programa informático de parámetros, llamado World3, en el cual se podían introducir variables como el crecimiento de la población, la producción industrial y agraria, la contaminación, las reservas naturales conocidas y los alimentos. Utilizando estimaciones en base al crecimiento del siglo anterior, se llegó a la conclusión de que en el plazo máximo de 100 años, el planeta quedaría totalmente saturado, es decir, que a partir de ese momento, La Tierra no sería capaz de regenerarse ante la actividad humana. Modificando notablemente los distintos parámetros, suponiendo un cambio en el sistema productivo, como máximo se conseguía retrasar pocas décadas la llegada de este punto crítico. Evidentemente, esto generó un estado de pánico que desencadenó en la primera crisis mundial del petróleo, disparando su precio. El consumo del petróleo era cada vez mayor, pero también aumentaba el número de reservas de petróleo encontradas y cada vez eran más avanzadas las técnicas para extraerlo en las peores condiciones. Por tanto la crisis se suavizó y se repitió en seguidas ocasiones sin que se haya llegado a una conclusión clara de si el petróleo se agotará o no. 

¿Por qué nos interesan entonces estas teorías catastrofistas que lo único que provocan son estados de pánico? Porque todas ellas se basan en el concepto de LÍMITE. El principal de ellos, el límite geográfico que se ilustró con La canica azul, en el que nos dimos cuenta de que no quedaba nada más por descubrir en el planeta y que nuestro planeta es único y finito. Pero sumado a este límite, existen otros límites como límite de recursos, límite de combustibles fósiles, límite de absorción de CO2 por las especies vegetales existentes, entre otros.

Y si miramos ahora nuestro sistema productivo mayoritario nos damos cuenta de que es un sistema lineal totalmente incompatible con el concepto de límite.


El vídeo del proyecto The story of stuff, nos explica de una forma rápida y fácil de comprender esta idea:


Por tanto, dado que no podemos frenar el crecimiento de la población, ni el desarrollo, ni el avance tecnológico, lo que tenemos que intentar, cada persona como habitante de este planeta y como profesional, cada uno en su campo, es tratar siempre de cerrar en la medida de lo posible los ciclos de las cosas que producimos y consumimos y empezar a ponerle el prefijo re a nuestras actividades: reutilización, reprogramación, reciclaje, reenergización, reconfiguración, revitalización...

sistema circular cerrado

En el campo de la edificación

Como bien sabemos, el sector doméstico es, después del transporte y la industria, el que más energía consume. Esto es debido al abaratamiento de la energía en el último siglo y a la infraestructura que la hace más accesible. Esto supuso que el coste económico se valorara muy por encima del energético y ha dado lugar a finales del siglo XX a dos tipos mayoritarios de arquitectura: la arquitectura de las promociones y la arquitectura icónica.


La arquitectura de las promociones es aquella en la que el principal objetivo es optimizar al máximo el valor del suelo y conseguir la mínima inversión económica inicial. Esto ha dado resultado a construcciones de poca calidad arquitectónica y poca eficiencia energética y a la saturación del sector de la construcción. En el lado opuesto tenemos aquellas construcciones desmesuradas, las que podríamos calificar como arquitecturas de imagen, en las cuales no importa ni el coste energético ni el económico, en las que todo vale y que son, cuanto más llamativas, mejor. En determinados casos se ha tenido cierta preocupación por la eficiencia energética de estos edificios pero este interés ha sido utilizado como un recurso para hacer aún más icónica este tipo arquitectura. 


Generalmente, la apuesta por sistemas de construcción más sostenibles, instalaciones más eficientes o materiales más respetuosos con el medio supone una inversión económica inicial mayor pero una rentabilización posterior, además de una mejora de las condiciones de confort y de calidad del aire interior, así como de la salubridad.


Conclusiones


Tal y como se ha debatido en clase, llegamos a la conclusión de que no existe una arquitectura sostenible y otra insostenible, pero sí existen una serie de criterios a tener en cuenta en todo el proceso creativo, de diseño, proyecto y ejecución de la arquitectura, que pueden hacer más sostenible el resultado. 


La buena arquitectura es aquella que es razonable, coherente, adecuada, y en definitiva, sostenible. El concepto de sostenibilidad en la edificación ha aparecido ahora debido a la gran cantidad de arquitectura incoherente construida en las últimas décadas pero es un concepto que viene intrínseco en la arquitectura vernácula y tradicional desde la época de Vitrubio y que debemos recuperar desde los medios del momento en el que vivimos, aprovechando el avance técnico, tecnológico e industrial a nuestro alcance.


REDACCIÓN: María García Barrera

1 comentario:

  1. Termino de ver el vídeo de la historia de las cosas, y es inquietante, porque como consumista que soy, entiendo que esta forma de vida es finita. En un principio, me salen resistencias pero se, que somos como marionetas movidas por los hilos que manejan unos pocos. Hay que ser mas responsable en todos los aspectos de la vida, intentar cambiar lo que tenemos a nuestro alcance y crear un sistema circular infinito, ser agradecidos con lo que la naturaleza nos da.
    La arquitectura sostenible la veo necesaria para el equilibrio entre el interior (los que la habitan) y el exterior (entorno). El proyecto tiene que ser razonable a todos los niveles, por ejemplo: uso de materiales de la zona, estudio del terreno, observar la climatología del lugar(aislamientos, aprovechamiento del sol...), utilizar energías renovables, hacer una arquitectura que no requiera de mucho mantenimiento...
    Me gustaría que todos apostáramos por un mundo mas sostenible utilizando la creatividad.

    Violeta Corral

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